Por Juan Tomás Valenzuela
Dice el ciego del sorteo
que él no tiene ná que ver
con el disparate aquel
que terminó en un mareo.
Que si alguien se tiró un peo,
sería la presentadora,
así que no venga ahora
a echarle la culpa al ciego,
que su rol en este juego
fue menear la batidora.
“Si hay ciegos involucrados,
que no me miren a mi,
que ni con el ojo ‘el fuí
podría yo ver esos dados.
Que miren para otro lado
si andan buscando un culpable,
que aquí, la que no es confiable
era la de protocolo,
que maquillaba los bolos
como se maquilló Amable”.
La versión de que es el ciego
que traspapela los bolo
se le puede ocurrir solo
a Dora, la prima e’ Diego.
“Que me saquen de ese juego,
que yo tengo la visión,
de que aquí la corrupción
rompe por lo más delgado,
dejando siempre embarcado
al de menos condición”.
“Los que tienen el meneo,
desde la vez de Marzouka,
no son, ni Garu, ni Pucca,
ni yo que siquiera veo.
Es claro qué hay un baqueo
con lo de la lotería,
pero a la mismita arpía
que estuvo cantando el 13,
suénenla pa’que confiese,
porque yo sigo en crujía”.
Juan de los Palotes